Muchas veces no damos importancia a los “pequeños» gastos.
¿Quién se preocupa del café diario, la revista semanal o el billete de lotería?
Pues deberíamos de “ocuparnos”, que no “preocuparnos”, todos y cada uno de nosotros. Veamos un sencillo ejemplo.
¿Los “pequeños” gastos son tan pequeños?
Imaginemos que tenemos un amigo, que se llama Juan, que no desayuna ningún día en casa, sino en su cafetería favorita, donde se toma un café y una tostada, por los que paga 2 euros.
Hagamos unas sencillas cuentas para ver cuánto se gasta nuestro amigo Juan con su “barato” desayuno diario:
2 €/día x 365 días/año = 730 €/año
En 10 años tendríamos: 730 €/año x 10 años = 7.300 €
En 20 años: 730 €/año x 20 años = 14.600 €
Y en 30 años: 730 €/año x 30 años = 21.900 €
Imaginemos cuántas cosas se pueden hacer con estas cantidades: ahorrar, invertir, comprar un coche,…
Estaremos todos de acuerdo en que el “barato” desayuno de nuestro amigo Juan, es decir, los 2 € que se gasta diariamente, son inapreciables en el día a día. No nos pagan la hipoteca ni nos sacan de «pobre». Son un “pequeño” gasto…
Pero también coincidiremos todos en que, si sumamos ese gasto en términos anuales, ya hablamos de importes muy importantes: 730 € en 1 año, 7.300 € en 10 años, 14.600 € en 20 años, 21.900 € en 30 años,…
Pensemos que esto se puede aplicar a otros “pequeños” gastos, como por ejemplo:
- La lotería: lee este post para comprenderlo mejor
- La revista semanal
- Otras compras compulsivas: dulces, ropa,…
Si lo tienes en cuenta, descubrirás que los importes, en términos anuales, pueden ser mucho mayores. Te animo a que compruebes tu caso particular.
¿Qué hago con los “pequeños” gastos”?
Yo no digo que nuestro amigo Juan tenga que renunciar a su desayuno diario fuera de casa. Él disfruta tanto…
Simplemente pido a Juan que reflexione, tome conciencia y haga sus cálculos. Entonces, libremente, y con pleno conocimiento de causa, que decida si sigue tomando esos desayunos… o si prefiere usar ese dinero en ahorrar, invertir, comprar un coche,…
Yo, particularmente, lo tengo claro.
Que cada uno decida lo que estime oportuno, pero, por favor, con la cabeza fría y pleno conocimiento de causa.
Recuerda:
Los “pequeños” gastos no son tan pequeños
Muchos “pequeños” gastos se convierten
en un gasto MUY GRANDE
Toma conciencia y decide:
¿Te compensan esos “pequeños” gastos”?
Actúa en consecuencia y disfruta
Para que lo comprendas mejor, te sugiero que leas este post, que trata sobre Por qué la gente tiene Problemas Financieros.
Y ahora, siéntate tranquilo, respira profundamente y, con el corazón en la mano, dime:
- ¿Tienes “pequeños” gastos? Piensa tranquilamente, sin prisa. Coge un papel y un lápiz y haz una lista
- ¿Has calculado cuánto suponen al año, a los 10 años, a los 20 años…? Hazlo, por favor. Hazme caso
- ¿Has decidido, con conocimiento de causa, que vas a hacer? No te engañes a ti mismo. La idea es que tomes conciencia de una vez por todas
- ¿Algún comentario al respecto? Estoy aquí para escucharte atentamente
Si pese a todo piensas que tu caso es especial, por el motivo que sea, no te preocupes. Te ofrezco mi ayuda. Explícame exactamente tu caso y entre los dos veremos cómo de especial es. Ya te adelanto que es bastante probable que eso mismo, o algo muy similar, le haya pasado a más de una persona con anterioridad. Al final, todos somos humanos y solemos actuar con patrones más o menos parecidos.
Dicho esto, no seas tímido y cuéntame. Soy todo oidos
¡Que seas muy FELIZ!
José Marcelino Pérez
Coach Financiero
¡Muy buen artículo! Como dijo Benjamin Franklin, «Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco».
Muchas gracias por tu comentario. Qué grande era Benjamin Franklin… ¡Feliz día!
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